Categories
Critics Inèdits

Prohibida. De meditación, veladuras y sutileza

Guardianes - Laura Medrano
Guardianes – Laura Medrano

En la fotografía tenemos que aprender a buscar no el cuadro, no la estética de la tradición, sino el instrumento ideal de expresión, el vehículo formativo autosuficiente.

László Moholy-Nagy  en “Del pigmento a la luz” (1936)

China ha tenido históricamente asociado un halo de misticismo que aún a día de hoy perdura en las mentes de muchos. A pesar de la sobreindustrialización del Gigante Asiático, de sus colosales problemas con la contaminación, superpoblación, pobreza y falta de libertades políticas, aún quedan visibles los profundos surcos de la tradición más contemplativa y espiritual que tanto ha cautivado a occidente.

Muchos han sido a lo largo de los tiempos los artistas que se han dejado fascinar por la faceta más humana y a la vez espiritual de ese vastísimo territorio que comprende China dentro de sus milenarias fronteras, y en esta ocasión le toca el turno a la alicantina fotógrafa Laura Medrano, quien en 2013 tuvo la oportunidad de pasar un tiempo en el país oriental por antonomasia. Fruto de ese periplo fue la serie fotográfica “Prohibida”, que se puede ver hasta abril de 2015 en la Galería Il Mondo de Barcelona.

Armada con su cámara lúcida bajo el brazo, Medrano se abre paso entre la bulliciosa metrópolis y traza un sendero de sosiego y paz espiritual que difícilmente podríamos caminar sin su ayuda. Este sendero se adentra en las profundidades del paisaje, tanto rural como urbano, jugando con las veladuras y la climatología en algunas ocasiones, y con la principal herramienta con la que cuenta un fotógrafo: la composición.

La composición en la serie “Prohibida” es simple en la mayoría de los casos, siendo el eje de simetría la piedra angular de su amplia gama de posibilidades. Esta simplicidad, sin embargo, no es en absoluto sinónimo de un proceso sencillo, al contrario. Si bien es cierto que la casualidad existe y que es posible que en ese instante mágico del que hablaba Cartier-Bresson en el que el fotógrafo aprieta el disparador se capture algo inusualmente bello azarosamente, es igualmente cierto que las imágenes compensadas requieren de un proceso de pensamiento y reflexión, además de ese factor “instante” impredecible.

Solo – Laura Medrano

Es la reflexión que se vislumbra tras lo captado por el visor de Laura Medrano, ese proceso de introspección, el que acaba por invitar al espectador a la meditación; un quehacer estrechamente ligado a la tradición religiosa budista propia de China.  Por otro lado, según el pensador Rudolf Steiner – fundador de la antroposofía –, la meditación es uno de los ejercicios necesarios para recorrer el camino del conocimiento que guía lo espiritual que hay en el ser humano hacia lo espiritual que hay en el cosmos. Podemos trazar una analogía entre la meditación de Steiner y la que nos proponen las instantáneas de Medrano; ambas, a través de la contemplación y la introspección, acaban por conducir hacia un estadio de plenitud, generada en un caso por la satisfacción espiritual del autoconocimiento, y en el otro por la apreciación de una obra equilibrada en forma y contenido que hace reflexionar.

El conjunto de piezas que forman “Prohibida”, ya sean unas doctas y ancianas manos que practican la caligrafía tradicional o los muros de la centenaria Ciudad Prohibida de Beijing, abren frente a los ojos del observador una ventana a un tiempo parado, sumido en la niebla de la intemporalidad. Una condición ajena a la dictadura del presente, del hic et nunc, que no supone un escollo para mostrar una humanidad inherente a las tomas captadas por el objetivo.

Aún hoy día existe gente que cuestiona la artisticidad de la fotografía. Ejemplos como “Prohibida”, su carácter pictórico, hacen más fácil explicar por qué la “imagen de luz” es un método de expresión artística tan válido como cualquier otro. La destreza de la artista, en esta ocasión, recae en la invención de estas imágenes, que pese a su ya citado carácter etéreo, tienen los pies bien arraigados en el suelo, mostrando humanidad y espiritualidad a partes iguales.

Porque, como decía Salvador Dalí: “saber mirar es un sistema nuevo de agrimensura espiritual. Saber mirar es un modo de inventar. Y no existe invención tan pura como aquella que ha creado la mirada anestésica del ojo limpísimo, ausente de pestañas del Zeiss”.

Jordi Garrido

Deixa un comentari

Aquest lloc utilitza Akismet per reduir els comentaris brossa. Apreneu com es processen les dades dels comentaris.